La expresión “estilo artístico” se define
como un conjunto identificable de características que
permiten agrupar a una serie de obras o autores, los cuales compartirán
elementos estables en cuanto a su forma y contenidos,
permitiéndonos afirmar que tal obra o autor pertenecen a un u otro estilo.
Cada periodo histórico ha tenido unas características
concretas y definibles, comunes a otras regiones y culturas, o bien únicas y
diferenciadas, que han ido evolucionando con el devenir de los tiempos. De ahí
surgen los estilos artísticos, que pueden tener un origen geográfico o temporal,
o incluso reducirse a la obra de un artista en concreto, siempre y cuando se
produzcan unas formas artísticas claramente definitorias. El concepto de estilo
surgió en literatura, pero pronto se extendió al resto de artes, especialmente
música y danza. Actualmente se emplea este término en su sentido metonímico,
es decir, como aquella cualidad que identifica la forma de trabajar, de
expresarse o de concebir una obra de arte por parte del artista, o bien, en
sentido más genérico, de un conjunto de artistas u obras que tienen diversos
puntos en común, agrupados geográfica o cronológicamente.
Así, el estilo puede
ser tanto un conjunto de caracteres formales, bien, como un sistema orgánico de
formas, en que sería la conjunción de determinados factores la que generaría la
forma de trabajar del grupo, como en el arte románico, gótico, barroco,
etc. Estos caracteres individuales o sociales son signos distintivos que
permiten diferenciar, definir y catalogar de forma empírica la obra de un
artista o un grupo de artistas adscritos a un mismo estilo o “escuela”, término que designa un grupo de
autores con características comunes definitorias.
En general hay un importante grado de flexibilidad
ya que cada autor introduce sus propios elementos; sin embargo siempre habrá de
permanecer aquella esencia que realmente defina al estilo.
No obstante, el estilo artístico no siempre es uniforme ni homogéneo, pueden acontecer diversas posibilidades que hagan más difícil concretar sus límites:
No obstante, el estilo artístico no siempre es uniforme ni homogéneo, pueden acontecer diversas posibilidades que hagan más difícil concretar sus límites:
- Las fronteras temporales de un estilo nunca son radicales, la
transformación de uno a otro es siempre lenta, por lo que podemos
encontrarnos en un mismo momento obras de estilo diferentes (ejemplo: el
tránsito del Románico al Gótico en algunos puntos de Europa fue lento).
- Puede ocurrir lo contrario, que se produzca un revival de
estilos pasados y que se rescaten las mismas formas artísticas de épocas
anteriores, encontrándonos así con un mismo estilo en épocas muy
diferentes.
- En otras épocas (sobretodo, en la Contemporánea), se superponen
formas muy diferentes de expresión plástica, lo que supone la
multiplicación de estilos diferentes en una misma época.